Caso clínico
El paciente, un varón de 62 años de edad, presenta una colelitiasis sintomática con dos peculiaridades:
1. Tiene un situs inversus completo. Se trata de una extraña anomalía congénita que puede afectar a varios órganos y tiene un carácter genético. Consiste en una alteración en la alineación de los órganos dentro del cuerpo, situándose estos en el lado opuesto, lo que puede complicar el tratamiento quirúrgico. Debido a esta anomalía, conocer la ubicación exacta de los órganos y su disposición real, se convierte en un elemento clave para planificar y abordar con éxito la cirugía.
2. Presenta una abundante circulación colateral en el tejido celular subcutáneo con un síndrome de hipercoagulabilidad y una trombosis de la vena cava, ya conocida. Esta condición no solo incrementa el riesgo de complicaciones hemorrágicas durante la cirugía, sino que también requiere un manejo cuidadoso de la anatomía del paciente, haciendo aún más necesaria la planificación de estrategias precisas para evitar situaciones inesperadas.
El paciente cuenta con una intervención previa consistente en una laparotomía transversa izquierda, además de un procedimiento realizado en la vena cava. Esto, puede complicar aún más la planificación de la intervención actual, debido a la posible alteración de la anatomía del paciente.
Al visualizar el modelo 3D, el equipo médico encontró en la estenosis un extraño objeto quirúrgico. Este hallazgo inesperado supone una complejidad adicional, ya que puede alterar la dinámica vascular y aumentar el riesgo de complicaciones. Sabiendo esto, el equipo médico deberá diseñar una estrategia quirúrgica que no solo aborde la colelitiasis y las condiciones preexistentes del paciente, sino que también gestione adecuadamente el manejo del objeto quirúrgico.
Planificación 3D de la cirugía
Como afirman los doctores involucrados en el caso, conocer esta vascularización venosa y su trayectoria es de gran utilidad para planificar las incisiones de los trócares.
La planificación tridimensional permitió una visualización detallada de la anatomía de este paciente, analizando las estructuras circundantes y los puntos críticos de la cirugía. El modelo 3D no solo ayuda a prever posibles problemas, sino que también permite una mejor preparación del equipo quirúrgico, asegurando que todos los miembros tengan una imagen clara de la anatomía específica del paciente y de las estrategias a seguir durante la intervención.